:.: Difuso :.:

Ya no sé cómo decirlo sin palabras...
Ya no sé cómo decirlo con palabras...
mírame a los ojos y verás que también lo siento...
háblame una vez, tan sólo una vez,
y el milagro de la lluvia volverá a caer

:.:Aceptación:.:

Se dice que el primer paso de procesos complejos como la adicción o el duelo es la negación, la particular intención del individuo de eliminar la simple posibilidad de que la situación en cuestión sea considerada como realidad, tanto por sus pares como por él mismo, porque de cierto modo el autoengaño funciona y encaja muy bien en este perfil.
Comienza la negación y poco importa lo que sigue, de una u otra manera la verdad pulsa por salir a flote, sin importarle los medios que sea necesario utilizar para lograrlo, no importa si aparece como cuestionamiento conciente o disimulada en un sueño, la verdad, aunque no quieras, está esperando su oportunidad para imponerse nuevamente.
Y así, para graficarlo,tomaría el poeta una cita de algún libro conocido, pero que no alcanzó a aparecer en su edición:
"La noche que descansé sobre su ombligo, sus entrañas susurraron palabras que no pude comprender en el momento, pero que pronto, entre otros incondicionales oníricos, aparecerían para dar luces de la verdad y la mentira. Por virtud o por desgracia, esas palabras dejaron todo claro, y no queda más que aceptar lo que es, el hoy, teniendo muy presente que nunca será nuevamente el ayer. Por mucho que el inconciente la vista con otros nombres, hoy queda claro que es el ayer. Y nuevamente regresamos al terreno de los humildes recorriendo en silencio, y mirando el suelo a modo de arrepentimiento, el sendero pedregoso de la aceptación".

Otro

El ser humano, como la vida en sí, es una reacción química en constante cambio.
Ya sé lo que dicen acerca de que los cambios son para mejor, y que no es bueno aferrarse tanto a pasados que tal vez no volverán. No obstante, tal vez me complique el hecho de darme cuenta de que hay ciertos cambios que no esperaba, que siempre he pregonado la necesidad imperiosa, e inexorable para los concientes de la realidad, de vivir el presente y de vivir EN el presente, y aun así hoy me encuentro pensando en el futuro, evitando roces y juramentos en pos de ese futuro que quién sabe cuando llegara (eso si es que lo hace)...
Estará bien la decisión me cuestiono ahora...
Será correcto evadir realidades por lograr una meta aún difusa...
Y peor aun,
no será la meta una justificación, un consuelo del autoengaño, para no reconocer que aún hay cabida en el fuero interno para sentimientos que creía extinguidos para bien de mi ser racional.

Confundido entre lo que quiero y lo que creo ser,
me sigo perdiendo, obnubilado, nuevamente en el mismo cuestionamiento...
donde ambos tienen diferencias irreconciliables...
Querer o Ser

Opción...

Eliminar o no eliminar rastros del pasado a sabiendas de que aún existen indicios de realidad en ellos, pero que a vista y paciencia del espectador no corresponden a la compostura?
=/

Seguir Adelante, pero con o sin aquello?